Francia se asoma de nuevo al abismo de la incertidumbre política, solo tres meses después de haber formado nuevo Gobierno con muchas dificultades. Las dos mociones de censura presentadas por el bloque de izquierda, el Nuevo Frente Popular, y por la extrema derecha de Marine Le Pen (Reagrupamiento Nacional), que se votarán mañana a las 16.00 en la Asamblea francesa, dejan pocas posibilidades de supervivencia al equipo del primer ministro, Michel Barnier.
Las mociones se presentaron después de que Barnier decidiese este lunes aprobar parte de los presupuestos por decreto, sin voto del Parlamento, utilizando el polémico artículo 49.3 de la Constitución que permite saltarse este trámite. Sin embargo, mas allá de las cuentas, en realidad las mociones son fruto de un descontento que viene de las pasadas elecciones legislativas, convocadas de manera anticipada por Emmanuel Macron y que dejaron un hemiciclo fragmentado y sin mayorías claras.
El bloque de izquierda fue el que logró mas escaños, y reivindica su victoria, pero el partido de Marine Le Pen fue el más votado, así que también clama la suya. El presidente, Emmanuel Macron, decidió sin embargo nombrar primer ministro a Barnier, del partido conservador de Los Republicanos, que quedó en cuarta posición en las urnas.
Toda esa frustración de ambos bandos cristaliza en las mociones presentadas. Para que salga adelante necesita los votos de al menos 288 diputados. La izquierda no va a votar la moción presentada por RN, pero este grupo sí va a apoyar la de la izquierda, sumando así los votos necesarios para tumbar al Ejecutivo.
El líder de los socialistas, Oliver Faure, ha acusado a Barnier de tender la mano "solo a Marine Le Pen", y no a la izquierda. Barnier lleva días haciendo concesiones a la extrema derecha, de la cual depende la supervivencia de su Gobierno, para evitar que apoyen la moción de la izquierda. No ha sido suficiente. Marine Le Pen dijo el lunes que sus diputados votarán a favor de todas las mociones, "vengan de donde vengan". La líder de RN se encuentra en un momento delicado, en pleno proceso judicial contra ella y varios dirigentes de su partido por el llamado caso de los asistentes parlamentarios.
"El Gobierno de Michel Barnier está abierto al diálogo para intentar encontrar un acuerdo sobre el proyecto de presupuesto de la Seguridad Social con los diputados para no sumir al país en la incertidumbre", declaró hoy el ministro francés de Economía, Antoine Armand.
Armand ha denunciado que con estas mociones "se pone al país en peligro". "RN buscaba una excusa para hacer caer al Gobierno", ha dicho el titular de Finanzas, Laurent Saint-Martin.
Tres meses de Gobierno
Si el Gobierno cae, será la primera moción de censura que sale adelante desde 1962, cuando se censuró al ejecutivo de Georges Pompidou, con Charles de Gaulle como presidente. El Gobierno de Barnier sería también el más corto de la V República francesa, que nació en 1958. Solo tres meses de vida.
El país vuelve a la casilla de salida tras las legislativas de julio: con el Parlamento dividido en tres bloques, sin mayorías, bloqueado y con dificultades para formar un nuevo equipo que tenga capacidad de aprobar leyes. Deja a Emmanuel Macron, muy desaparecido estos meses del panorama político nacional y concentrado en lo internacional, aún más debilitado. Tanto el bloque de izquierda como la extrema derecha buscan forzar su dimisión.
Macron busca ya sustituto para Barnier, según el periódico Le Monde. El presidente se encontraba ayer llegando a Arabia Saudí cuando se presentaron las mociones. Cuando se voten mañana en la Asamblea, estará volviendo a París.